Mojeño-Trinitario: historia, fonología, revitalización y vocabulario

En las vastas llanuras y los bosques tropicales del departamento del Beni, en Bolivia, resuena una lengua que encapsula la historia y la espiritualidad de sus hablantes: el mojeño-trinitario. Esta lengua, perteneciente al pueblo mojeño, tiene sus raíces en la época precolombina y ha sobrevivido a la colonización española, las misiones jesuíticas y los cambios socio-políticos de la región. Tradicionalmente, el mojeño-trinitario se ha hablado en lo que hoy es la provincia de Moxos, un territorio que ha visto disminuir su extensión lingüística con el paso del tiempo pero que aún retiene su identidad cultural.

Hoy en día, se estima que alrededor de 1,900 personas hablan activamente el mojeño-trinitario, aunque este número ha fluctuado a lo largo de los años debido a la presión de lenguas dominantes como el español. En términos de vitalidad, el mojeño-trinitario enfrenta desafíos significativos para su supervivencia, situándose en un estado de vulnerabilidad. A pesar de esto, la lengua sigue siendo un pilar central de la identidad mojeña, utilizada en ceremonias tradicionales, en la transmisión oral de cuentos y leyendas, y cada vez más, en iniciativas de revitalización que buscan su preservación y promoción.

En el uso cotidiano, el mojeño-trinitario se puede escuchar en conversaciones dentro de la comunidad, en eventos culturales y, de manera creciente, en programas educativos locales que incluyen la enseñanza de la lengua como parte del currículo escolar.

Lengua Mojeño-Trinitario

Elemento Descripción
Nombre en lengua nativa Mojeño-Trinitario
Nombre alternativo Ignaciano
Familia lingüística Arawak
Escritura Latina
Tipo de lengua Polisintética
Número de hablantes Aprox. 1,900
Territorio actual Provincia de Moxos, Beni, Bolivia
Variantes dialectales Existen pequeñas variaciones regionales
Códigos ISO ISO 639-3: cas
Palabra clave cultural “Tatarendy” (fuego sagrado)

Vocabulario y expresiones

Palabra en lengua Mojeño-Trinitario Significado
Tatarendy Fuego sagrado
Yuracaré Nombre de un árbol típico de la región
Pirakuman Luna llena
Chirapak Pez pequeño
Kuse Historia
Nokoni Mi corazón
Yuvicha Maestro o guía espiritual
Morokoi Antepasado
Tajibo Árbol emblemático de Bolivia
Uvacha Joven, nuevo
Tarova Celebrar
Kutembo Memoria
Pachamama Madre tierra
Chiwanku El gran espíritu
Rupave Sol

Familia lingüística y clasificación

El mojeño-trinitario pertenece a la gran familia lingüística Arawak, que se extiende por gran parte de América del Sur y el Caribe. Dentro de su clasificación, muestra conexiones con otras lenguas arawak pero mantiene características únicas que la diferencian significativamente, especialmente en su morfología y léxico. Aunque no se considera una lengua aislada, las variantes dialectales dentro del mojeño son mínimas y generalmente comprendidas entre los diferentes hablantes.

Fonología y características gramaticales

El sistema fonológico del mojeño-trinitario incluye un conjunto de consonantes y vocales que se pueden combinar en formas complejas debido a su naturaleza polisintética. La lengua utiliza tanto la nasalización como la glotalización, y su morfología es rica, permitiendo la formación de palabras mediante la agregación de múltiples morfemas. El orden típico de palabras en una oración es sujeto-objeto-verbo, una característica compartida con muchas otras lenguas indígenas de la región.

Uso actual, revitalización y educación

Actualmente, el mojeño-trinitario se habla en contextos comunitarios y familiares, y es enseñado en algunas escuelas como parte de programas bilingües. Hay esfuerzos de documentación y digitalización en curso, incluyendo la creación de materiales educativos y la promoción de su uso en medios digitales y redes sociales.

Importancia cultural y simbólica

El mojeño-trinitario no solo es un medio de comunicación, sino también un vehículo para la transmisión de la cosmovisión y mitología mojeña. Expressions como “Tatarendy” (fuego sagrado) y “Pachamama” (madre tierra) reflejan una profunda conexión con la naturaleza y el universo, siendo fundamentales en las prácticas espirituales y ceremoniales del pueblo mojeño.

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