Los Achagua, son un pueblo indígena también conocido como “gente del río”. Hasta el Siglo XVIII se asentaron principalmente en la cuenca de los ríos Casanare, Meta y Apure, localizados en los Llanos Orientales entre Venezuela y Colombia.
A pesar de haber sido un pueblo de los más importantes y representativos… Bien organizados y numerosos que llegaron a alcanzar una población estimada de más de treinta mil personas, en la actualidad no llega a 700 individuos. Debido en parte a la contaminación en ríos y tierras por parte de grandes multinacionales y la colonización que les fue arrebatando sus tierras.
Actualmente viven en su mayoría en el resguardo de Humapo – La Victoria en la jurisdicción del municipio de Puerto López.
Organización política y social
Índice
Los Achagua se organizan en divisiones por grupos totémicos o clanes. Existe un consejo de mayores liderado por el capitán que es la figura de más alto rango en la jerarquía. El capitán, con el asesoramiento de los mayores, tiene el poder absoluto sobre la comunidad y es quien organiza el trabajo y media en los conflictos.
Los asentamientos se dividen en villas que distan unos tres kilómetros unas de otras. Están organizadas de forma patrilineal (descendientes de un mismo linaje por vía paterna) y mediante el sistema de parentesco dravídico.
Considerando parientes consanguíneos directos a los progenitores, los hermanos, y sus hijos, así como a los hermanos varones del padre y hermanas de la madre y sus descendientes. Se consideran aliados a las hermanas del padre y hermanos de la madre, ya que con la descendencia de estos últimos se pueden establecer uniones matrimoniales. Muchos matrimonios, practican la exogamia (matrimonios con personas de otros clanes). Siendo monogámicos a excepción del capitán al que se le permite tener varias esposas.
Cultura Achagua
Los Achagua, por su carácter dócil y amistoso. Son una etnia que fue bastante diezmada a partir de la colonización, por culpa, sobre todo, de combates por su supervivencia. También por diversas epidemias importadas; pero a pesar de ello ha sabido conservar sus raíces y su cultura, costumbres y tradiciones a través de la educación legada de padres a hijos.
Lengua
La lengua es achagua que proviene de la familia del arawak. Es muy similar al Piapoco, etnia con la que mantienen relaciones comerciales e intercambios matrimoniales, por lo que unos hablan el idioma de los otros y aunque conocen el castellano. Este solo lo usan para hablar con extraños y educan a sus descendientes en su propia lengua, preservando así su cultura a través de la palabra.
Vivienda
Sus viviendas son muy sencillas, construidas con materiales extraídos de la propia naturaleza; barro y techos de paja. Se sitúan en los llanos cerca de los ríos.
Los hogares están constituidos por familias completas, una pareja con sus hijos e hijas jóvenes y sus hijas casadas con sus familias (marido e hijos) y la autoridad es el suegro. Cuando un grupo pasa a ser demasiado numeroso, el yerno construye su propia casa.
Creencias religiosas
Antes de la colonización y la introducción de la religión católica en las etnias indígenas, los Achagua eran politeístas. Sus dioses estaban relacionados con la agricultura y los fenómenos naturales. Estos dioses gobiernan los elementos como son el sol, la luna, la tierra, el río o diferentes animales que ellos consideraban con poderes especiales. A todos estos dioses solían representarlos con máscaras. Su dios principal es Purú, el Dios de la creación que según cuenta su leyenda les salvó de una serpiente que estaba acabando con ellos enviando a su hija para que la matara.
Sus mitos estaban especialmente relacionados con el agua y en sus rituales, que celebraban en la casa ceremonial y en la que solo podían acceder los hombres, empleaban plantas psicotrópicas, esenciales en sus ceremonias.
También tienen danzas típicas ceremoniales de agradecimiento a los dioses, o por celebraciones como bodas o nacimientos en las que toda la comunidad participa activamente.
A pesar de que con la cristianización hoy en día se han perdido muchas de sus creencias ancestrales, en sus casas ceremoniales, que suelen ser el centro de la comunidad, tratan de seguir educando a sus jóvenes en las diferentes actividades de la pesca, la caza o los rezos bajo la guía espiritual de sus dioses.
Economía
La economía de los Achagua se basa fundamentalmente en la pesca y el cultivo de palmas, caña de azúcar, maíz, mapito (especie de maíz de dos meses), ají o piña y otras frutas dulces.
En sus tiempos de mayor esplendor llegaron incluso a crear un sistema de comercio son su propia moneda, la quiripa, una sarta de conchas que hacían ellos mismos y usaban como divisa para el intercambio con otras culturas, algo que era muy poco común para la época. Comerciaban con miel, ollas de cerámica, aceite de huevos de tortuga y una hierba paralizante llamada barbasco que se usaba para la pesca, a su vez ellos se abastecían de aparejos para la pesca y otros objetos.
Actualmente también se dedican a la elaboración y venta de productos artesanales como chinchorros.
Vestimenta
Su indumentaria es artesanal y de colores vivos y llamativos. Casi siempre laborada por ellos mismos y para la que utilizan en sus tejidos fibras que extraen de algunos tipos de palma. Acompañan el vestuario con maquillaje, se pintan la cara con anilina vegetal. Se suelen calzar con sandalias
Alimentación
Como suele ocurrir con las comunidades que se autoabastecen para su alimentación, esta depende de la climatología y de las diferentes épocas del año. Mientras que en primavera y verano su principal alimento es el pescado, en invierno, al no poder pescar, consumen caimán, tortuga y practican la caza del manatí.