Los E’ñepás, Eñepá o E’ñapa, mejor conocidos por el sobrenombre Panares, son un grupo de indígenas venezolanos, de filiación caribe, que se encuentran asentados al noroccidente del estado Bolívar, más específico en el Municipio Cedeño. Son oriundos de la Serranía del Alto Cuchivero pero hoy tienen sus asentamientos en las sabanas que se extienden entre los ríos Cuchivero, Guaniamo y Suapure.
El territorio Panare comprende unos 20.000 kilómetros cuadrados, formado por sabanas y montañas cubiertas de bosques, clima cálido y dos estaciones bien diferenciadas, la lluviosa de mayo a noviembre y la seca de diciembre hasta abril aproximadamente.
Organización Social y Política
Índice
La sociedad Panare se organiza en grandes comunidades de hasta 400 individuos. Es una sociedad altamente pacífica e igualitaria, no hay jefes entre ellos, solamente algunos de los hombres que poseen cualidades de liderazgo, los denominan i’yan y contribuyen a organizar el trabajo comunitario. Puede haber uno, muchos o ningún i’yan en cada asentamiento.
Las costumbres y tradiciones se transmiten de generación a generación mediante los relatos orales y las prácticas cotidianas.
Aspectos importantes de la Cultura Panare.
Lengua
Los integrantes de la etnia hablan el Idioma E’ñapa o Panare, lengua que pertenece a la familia lingüística Caribe. La mayoría de ellos son todavía monolingües, especialmente las mujeres. Los hombres menores de 30 años son bilingües, hablan el español como segundo idioma, sin embargo pocas mujeres lo entienden.
Economía
Los E´ñepa subsisten mediante las actividades tradicionales de la agricultura, pesca, caza, recolección de frutos silvestres y la artesanía. La siembra es practicada en conucos, que preparan a través de la tala y la quema, y donde cultivan yuca o mandioca, maíz, arroz, plátano, topocho, ñame, caña de azúcar, calabazas, ají, cambures, papayas, algodón, tabaco, entre otros.
A través de la cría de animales domésticos, la caza y la pesca obtienen la proteína animal. Para cazar utilizan cerbatanas, lanzas, arcos, flechas e incluso rifles, y para pescar arpones, anzuelos, arcos, flechas y venenos como el barbasco para adormecer los peces y poder agarrarlos con cestas.
El trabajo es distribuido por género. Los hombres son responsables de talar y quemar para hacer conucos, cazar, pescar, recolectar miel y comerciar con los criollos. Las mujeres se encargan del cuidado de los niños y del hogar, siembran y cosechan en los conucos y recogen frutas de palma.
Artesanía
La artesanía es una actividad de gran importancia para los E´ñapas, que les genera ingresos económicos por la venta en las comunidades de criollos y turistas. Los hombres tejen guapas, mapires, cestas con tapas, esterillas y sebucanes con las hojas de palma. Elaboran sus propios implementos de caza y pesca, instrumentos musicales como flautas largas y nasales, zampoñas y maracas.
Las mujeres tejen guayucos y chinchorros luego de recolectar el algodón e hilarlo manualmente.
Los niños comienzan a tejer guapas a la edad de 10 años, primero observan a los mayores y luego estos le permiten tejer parte de la cesta que están haciendo mientras lo van guiando y corrigiendo. Luego el jovencito comienza a tejer por su propia cuenta, guapas y otros tipos de cestas, y en el proceso puede consultar a su padre o algún familiar, pero no debe repetir el trabajo de otros tejedores.
Religión, tradiciones y costumbres
Para los Panare, el creador del mundo fue Mareoka, quien dio vida a sus ancestros y les permitió asentarse en un lugar llamado Arewa, el cual es asociado hoy en día con una montaña de la que surge el río Cuchivero y de allí se expandieron para poblar la tierra. Mareoka convirtió a algunos Panare en animales para que los demás pudieran alimentarse.
Aunque los indígenas aceptan a Mareoka como un Dios, su fe se centra en evitar el acercamiento con los espíritus malignos e invisibles que moran en los bosques. Cualquier infortunio o enfermedad es culpa de ellos, pues se cree que arrojan dardos envenenados a la persona.
El líder religioso de la comunidad es también el i’yan, un hombre con cualidades chamánicas en quien los E´ñapas confían por su capacidad para protegerlos de los espíritus, curar a los enfermos, mediante la succión de los dardos malignos, y dirigir el canto en ceremonias públicas, principalmente en los funerales y la iniciación masculina, creencias ancestrales provenientes de su creador.
Las ceremonias de iniciación masculina consisten en preparar al joven para las actividades de subsistencia, caza, pesca y cestería. Antiguamente esta ceremonia culminaba cuando el padre le daba al niño su primer guayuco. Por su parte, la ceremonia fúnebre se realiza para garantizar que el alma del difunto regrese a Arewa y no permanezca en este mundo para molestar a los vivos. En todas las ceremonias hay expresiones de baile, canto y consumo de bebidas fermentadas de caña de azúcar o yuca.
Algunas comunidades han recibido los mensajes de misioneros católicos y evangélicos y cambiado sus costumbres religiosas al punto de eliminar la práctica de los rituales.
Viviendas
La vivienda tradicional de los indígenas Panare consiste en una choza redonda con paredes de bahareque y techo cónico de hojas de palma. En la antigüedad, cada asentamiento, de aproximadamente 70 individuos, contaba con una o dos casas colectivas dentro de la cual se organizaba cada familia nuclear.
En los últimos años, los Panare se organizan en grandes comunidades de hasta 400 habitantes y construyen casas unifamiliares. Además de la choza tradicional, es común encontrar viviendas en las que los materiales de construcción tradicionales han sido reemplazados por láminas de zinc para el techo y bloques de cemento para las paredes.
Las comunidades cercanas a la carretera nacional cuentan con plantas de energía eléctrica, carreteras y transporte para los miembros de la comunidad y sus cargas.
Alimentación
La gastronomía de los Panares está basada en los rubros agrícolas que producen, siendo el más importante el casabe o pan de yuca, una galleta preparada con el almidón de yuca amarga o mandioca.
El fruto de la palma también es muy apreciado por los indígenas junto con la miel de abeja, las hormigas voladoras y los gusanos de la palma, para lo cual, las mujeres dedican bastante tiempo y esfuerzo en recolectarlos.
Vestimenta
El traje originario de los ancestros Panares es el Guayuco de algodón, destacando su expresión artística en relación con la decoración del cuerpo, collares de huesos y coronas de plumas para las ceremonias públicas. En la actualidad, la gran mayoría utiliza vestimenta tradicional criolla.