Los lacandones o “hach winik” que significa “verdaderos hombres”. Una etnia mexicana con ubicación en el estado de Chiapas. Específicamente en la zona conocida como “Selva Lacandona”. Se encuentra al oriente del estado y forma parte de los municipios: Las Margaritas, Altamirano, Ocosingo, Palenque, Maravillas, Tenejapa, Marqués de Comillas y Zamora Pico de Oro.
La comunidad lacandona se encuentra distribuida en 5 aldeas principales:
Al norte, en las cercanías de las ruinas mayas de Palenque se encuentran dos: Nahá y Mensabäk.
Hacia el sur, cerca de las ruinas de Bonampak se hallan las otras tres: Crucero San Javier, Bethel y Lacanjá-Chansayab.
Su territorio abarca unas 600.000 hectáreas de bosque tropical. Por el norte, selva baja hacia el sur y un relieve altamente accidentado con costas, ríos, lagos y pantanos. Quién la conoce por primera vez, pensaría que no podría existir vidas humanas en esta zona.
La abundancia y variedad de vegetación, fauna y red fluvial de la Selva Lacandona ha permitido la sobrevivencia y prosperidad del grupo indígena durante años.
Organización Social y Política
Índice
Socialmente están organizados en comunidades o clanes dirigidos por una autoridad tradicional llamada to’ohil. Compuestas a su vez por familias nucleares y extendidas cuya autoridad recae en el padre como cabeza del hogar.
Políticamente pertenecen a la “Comunidad Zona Lacandona”. Un acuerdo realizado por tres pueblos indígenas, los mayas lacandones, los Choles y los Tzeltales, para convivir pacíficamente en el mismo territorio.
La Comunidad está dividida en 5 subcomunidades y estos a su vez en 15 localidades más pequeñas.
Cada comunidad tiene un territorio definido y son autónomos en cuanto a la convivencia, de acuerdo con sus costumbres y tradiciones y resolución de conflictos internos. Sin embargo, en los asuntos de competencia general toman decisiones de manera conjunta.
El líder de la comunidad es un Lacandón, quien ocupa el cargo de Comisario de Bienes Comunales. Junto a él se encuentran indígenas de las otras etnias formando el Consejo de Vigilancia, representantes de barrios y el Consejo de Mayores.
Las autoridades se reúnen frecuentemente para discutir, analizar y resolver diversas situaciones comunales
Principales aspectos culturales de la etnia Lacandón.
Idioma
La etnia habla el idioma Lacandón o hach tan o hach t’an. Esta lengua pertenece al tronco maya y a la familia yucateca. Debido a la poca influencia que tuvieron los colonos sobre ellos. Esta lengua es una de la más cercanas a la lengua maya original
Es considerada como una de las lenguas críticamente amenazada que cuenta tan solo con un aproximado de 998 hablantes.
Hay dos variantes o dialectos de la lengua Lacandón: el lacandón del sur y el del norte, siendo el lacandón del sur más cercano al maya yucateco mientras que el lacandón del norte está más estrechamente emparentado con el itzá.
En la comunidad de Lacanjá Chansayab se practica principalmente el lacandón del sur. En Metzabok y Nahá, con algunos centros de migración a Lacanjá Chansayab y el poblado cercano de Bethel se habla el lacandón del norte. En el municipio de Ocosingo de Chiapas son practicadas las dos variedades.
Actualmente, la población jóven practica el español como segunda lengua. Sólo algunas mujeres adultas no lo hablan debido al poco contacto que tienen con personas agenas a la comunidad.
Economía
Tradicionalmente, los Hach Winik han subsistido mediante la agricultura, la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. Aprovechando la abundancia del entorno que les ofrece gran variedad de recursos naturales.
A través del tiempo, los lacandones han sabido aprovechar ecológicamente las distintas zonas que posee su territorio. Cada una de ellas posee riqueza vegetal y animal por lo que, en un principio, los indígenas combinaban las actividades de caza, pesca y recolección para subsistir.
La agricultura era muy básica, utilizaban el sistema de tala y quema para formar pequeños conucos o milpas, donde cultivaban principalmente maíz, frijol y calabaza. Algunas veces sembraban tomate, yuca, melón, patilla y piña dentro de la milpa, y plátano, cebollas, achiote chayotes, papaya y mamey fuera de ella.
En la actualidad, aunque en menor medida, los aborígenes continúan desarrollando actividades agrícolas, pecuarias, caza y pesca, cuyo producto. Además del consumo familiar, sirve para el intercambio por herramientas y otros bienes en el mercado criollo que le son de utilidad.
Además, el pueblo lacandón a comenzado a beneficiarse del turismo en el territorio, de trabajos asalariados en las empresas petroleras y madereras y del dinero que les da el Banco Nacional trimestralmente producto de la venta de una parte de sus derechos madereros.
La artesanía lacandona es básica, fabrican collares de semillas, vasijas de barro y madera con figuras humanas o personajes míticos e implementos de caza. Algunas de ellas son comercializadas en las principales ciudades de la región.
Vivienda
Los asentamientos de las comunidades lacandones están ubicados, principalmente, en las cercanías de las fuentes agua para cubrir las necesidades básicas como cocinar, lavar, bañarse y pescar.
La vivienda tradicional está construida con techo de hoja de palma y paredes rectangulares o circulares de bahareque (mezcla de barro y paja). Comúnmente, era dividida en dos cuartos, uno como dormitorio y otro como cocina; el piso de tierra pisado. Actualmente es posible encontrar casa hechas con madera y láminas de zinc.
Una de las cosas que caracteriza el hogar lacandón es el imprescindible fogón de leña, el cual es usado tanto para la preparación de los alimentos como para la calefacción del hogar en la época fría. El humo que expide la combustión de la madera sirve para mantener alejados a los insectos y para ahumar la carne para una mejor conservación y duración.
Vestimenta
La mayoría de la población lacandona viste túnicas o vestidos blancos con las mangas largas y que les cubre todo el cuerpo hasta un poco más abajo de la rodilla.
La vestimenta femenina puede variar en ocasiones, utilizando huipil y falda de colores. Se adornan con collares elaborados por ellas mismas utilizando semillas u otro material vistoso.
Tanto hombres como mujeres llevan el cabello largo. La única diferencia es que los hombres lo dejan suelto, mientras que las mujeres lo llevan recogido hacia atrás tipo cola de caballo o trenzado
Alimentación
La alimentación del pueblo Lacandón está basada principalmente en los productos que ellos mismos cultivan, cazan y pescan.
Aunque la mayoría de sus platos tradicionales tienen al maíz como base (Tortillas, tamales, pozole, pinole, entre otros). Complementan su alimentación con frijol, auyama, yuca, ñame, frutas y vegetales cosechados en sus conucos.
Mediante la caza de monos, venados, jabalí, armadillos u otros animales y la pesca obtienen la carne para complementar su alimentación. Además, la recolección de otros alimentos como hongos y conchas de caracoles les permite disfrutar de vez en cuando de exquisitos platos exóticos.
La bebida tradicional es el balché. Sobtienen con la fermentación del jugo de caña de azúcar y la corteza del árbol Balché que dio origen a su nombre.
Religión, Costumbres y Festividades.
Los antiguos Lacandones adoraban principalmente al Sol y la Luna. También otras deidades secundarias o dueñas de la selva, del agua, de las plantas, de los animales y los demás elementos de la naturaleza.
Para ellos, el respeto hacia su entorno era indispensable para mantener el equilibrio natural y de sus vidas. Así evitar desastres naturales como huracanes, incendios e inundaciones, y enfermedades en la población.
Realizaban rituales para pedir el favor de los dioses en cuanto a la fertilidad de la tierra, las buenas cosechas, atraer las lluvias y la buena salud. Igualmente, para agradecer por estos favores y para eliminar alguna enfermedad.
Los rituales tenían como acción principal la quema de incienso de arcilla utilizando ollas con caras de dioses que, según la creencia, tenían vida propia; y ofrecer alguna ofrenda o sacrificio.
Acostumbraban a realizar ceremonias de iniciación “Week bir” o “Meekchar” o “Mec Chahal”. En la cual, los jóvenes se integraban formalmente a la vida productiva y reproductiva de la sociedad.
Los ritos funerarios también tienen gran importancia, pues con ellos, se ayuda a la persona muerta a cruzar los umbrales de la muerte y no quedar vagando en el mundo de los vivos causando más muertes, enfermedades o otras influencias negativas.
En la actualidad, la influencia de otras religiones ha logrado que se fusionen sus creencias antiguas con las nuevas. Incluso llegando a dejar de lado sus creencias primitivas.